10 Consejos para Construir una Mesa Inclusiva con el Autismo (10 Tips for building an autism friendly table Spanish translation)

Roque Romero was kind enough to offer to translate this article into Spanish. See below:

10 Consejos para Construir una Mesa Inclusiva con el Autismo

Hace poco me preguntaron cómo buscar un juego de D&D adaptado para personas con autismo, y aunque pude dar algunos consejos al respecto, se me hizo patente que haría falta más información sobre cómo crear un juego de estas características.  Anteriormente he escrito sobre cómo apoyar el autismo en una mesa de rol, pero quiero destacar no solo cómo ayudar a tus jugadores autistas, sino también cómo crear una cultura de juego que sea acogedora para ellos. He de subrayar que si has coincidido con una persona autista, has conocido una persona autista, pero espero que estos consejos te sirvan para crear una mesa cordial para jugadores autistas en busca de una partida apta para ellos. 

  1. Comprende el autismo. Muchos piensan que el autismo es una dificultad social, o que acarrea una importante necesidad de apoyo, pero realmente el espectro autista aglutina una gran cantidad de personas. Dicho esto, comprender qué es el autismo y algunas de sus manifestaciones comunes es importante por varias razones, tanto para acomodar y normalizar la comunicación y comportamiento autista, como para comprender qué no lo es. Por ejemplo, alguien disculpando a otra persona por lanzar una diatriba racista, por ser autista, no está haciendo algo bueno, eso es racismo, no autismo. No es lo mismo.
  2. Desarrollar autonomía en la sesión cero. Esto es fundamental, pues muchos autistas tienen problemas con límites que pueden ser muy rígidos o demasiado flexibles. Es importante identificar la naturaleza del juego, cuál es su estructura general, y dar a los jugadores libertad para que identifiquen cuál es para ellos la parte divertida del mismo. Un jugador autista puede decir que prefiere el mazmorreo, que es mejor para él que la parte de roleo pura y dura, así que, usar más mazmorras puede ser una gran manera de hacerlo sentir bienvenido a la mesa. Aún así, si dice que no quiere mecánicas de combate en un juego orientado en esa dirección, tal vez sea indicio de que no es la mesa adecuada para él.
  3. Ayúdales a encontrar el Director correcto. Si no eres el director indicado para ellos, ayúdales a identificar el tipo de juego que están buscando. Muchos jugadores autistas, quemados por juegos que no eran para ellos, terminan por rechazar toda experiencia lúdica de este tipo. Lo suyo sería ayudarles a buscar un entorno de juego más apropiado para ellos.
  4. Ayúdales a desarrollar sus habilidades como jugador. Muchos roleros novatos no son muy buenos jugando a rol, y eso está bien. Puede que no sepan interpretar, tengan problemas con las reglas o les cueste seguir el ritmo de la partida. Ser paciente y darles una guía clara de en qué pueden mejorar, sin ser condescendiente, puede ser de ayuda.
  5. Apoyate en los demás jugadores para crear comunidad. Como director, no eres el único que ha de crear una mesa acogedora. Todos deben ayudar, y es parte de tu trabajo como director el fomentar esta cultura. Puede ser tan sencillo como pedir a otro jugador que ayude marcando las casillas de hechizos, o apoyando en escenas de roleo, etc.
  6. Ayuda con los requerimientos de acceso. Recordamos que mucha gente cree que el autismo es una condición social, pero hay otros factores a tener en cuenta, incluyendo diferencias sensoriales, necesidades rutinarias o cuestiones de ánimo, entre otras. Es preciso comprender que el jugador puede necesitar el tomarse un respiro de vez en cuando para autorregularse, puede mecerse en la mesa, o puede tener problemas para expresarse en algunas circunstancias. Aún así, es importante centrarse en el Acceso, no en la Exclusión. Si el acceso a la mesa es interrumpido regularmente para que esta gente pueda cubrir sus necesidades autistas, se les está negando ese acceso. Procura emplear maneras creativas para facilitarles el estar en la mesa tanto como desee. Esto podría significar el facilitarles jugar en remoto, cambiar el lugar de la juego por uno más tranquilo, etc. Sé flexible, resolutivo, paciente y amable.
  7. Comprueba cómo se encuentran. Asegúrate de que todos tus jugadores están bien, incluidos los autistas. Pregúntales con frecuencia si tienen alguna necesidad o si algo les ha resultado especialmente entretenido. Ayudarles a reconocer lo que les divierte es tan importante como saber qué conviene evitar.
  8. Que las reglas de la mesa y las expectativas sean claras. Asegurarte de que saben qué se espera de ellos es muy importante, especialmente desde el principio, ya que esto les ayudará a saber si sienten que esta es una mesa apropiada para ellos. Por ejemplo, si estáis jugando una campaña muy centrada en la interpretación y ellos no disfrutan de esta parte del juego, déjalo claro cuanto antes. Además, es fundamental comprender las normas sociales, las reglas de la mesa y las expectativas, ya que muchos autistas tienen dificultades con las reglas invisibles o poco definidas. Deja claro qué esperar de ser un jugador en tu mesa: si no se permite interrumpir a otros, si los combates de jugador contra jugador no son aceptados, no pisar la ambientación preparada por el Director ni improvisando sobre la marcha, si se debe compartir el protagonismo, si se ha de prescindir de la tortura o elementos para adultos, si es tu responsabilidad mantener tu hoja de personaje actualizada, etc. La sesión inicial es fundamental para establecer estas normas, pero si alguien se suma a la partida sobre la marcha, ha de ayudarse a que las comprenda cuanto antes.
  9. Dales oportunidades de lucirse. Trata de intuir qué se le dará bien a cada persona y con qué se diviertirán, dándoles momentos en los que puedan destacar. Puede ser útil avisar a los jugadores autistas para que estén atentos a algún detalle concreto. Crea situaciones que sean desafiantes para ellos, pero de manera divertida. Por ejemplo, si un jugador disfruta del combate, darle al grupo un enemigo difícil de tumbar, puede ser una gran manera de dejar que se luzcan. Muchos autistas tienen poca autoestima y estigmas negativos, pero saber que fueron los personajes fundamentales durante la lucha con un enemigo final especialmente duro, puede significar el mundo para ellos.
  10. Alienta sus necesidades, pero no les pises. Si necesitan defender sus necesidades, es fundamental crear espacio y apoyo para ello, pero no hables por ellos. Las conversaciones paralelas pueden ser buenos espacios para tratar temas de debate, pero debes asegurarte de que cualquier defensa que realices está alineada con lo que quieren y les da voz. Muchas personas autistas han tenido experiencias con gente que intentan defenderlas entre iguales, y esto resulta vergonzoso, infantilizante o simplemente incorrecto. Pregúntales qué les gustaría  cambiar y cómo puedes ayudarles.

Esto solo es lo más básico para comenzar a crear una mesa inclusiva en la que tus jugadores autistas y no autistas puedan pasarlo bien juntos. Para más información sobre autismo y juegos de rol, o quieres contactar, búscame en Bluesky como @RollforKindness.